Súa.

Súa.
Pelirroha

Terrorismo emocional.

Ahogar las calorías en el agua del váter.Dejar de comer...hasta morir.¿Realmente merece la pena?
Día a día observaciones desde el otro extremo de los desórdenes alimenticios.



miércoles, 5 de junio de 2013

"Y si mueres, muérete tan sólo por amor. Que morir por otra cosa, aquí no vale la pena. No."

 
Bien, he de deciros que desde que comencé mi relación, no han llovido más que críticas hacia nuestras personas.


Hay gente que no comprende cómo un chico que está "bueno" esté saliendo con una GORDA como yo.
Hay gente que dice que es por conveniencia, otra que por comodidad, etc...
Señores y señoras, lo único que quiero expresar en esta entrada es que hay que saber para poder hablar.
¿Qué pasa? ¿Qué es que tenemos tanta grasa al rededor del corazón que no sentimos?



Eróticas y eróticos míos, quiero decir, que si alguna vez, sois víctimas de este tipo de difamaciones hacia vosotros, sentaos, pensad y analizad. Paraos a observar. Y si al fin lo que veis os gusta... No hagáis caso, seguid hacia delante y sed conscientes de que vuestra pareja os ama, que los envidiosos están en cada esquina.






                                                                 "Aquí la vida es cruel. Que no te engañe una fachada reluciente, que lo único que importa está debajo de la piel."




                                                           

miércoles, 6 de marzo de 2013

Amar los kilos de más.

Señoritas, señoritos. He vuelto.
Y no ha sido por casualidad. Resulta que desde que empecé a escribir este blog, me han llegado un montón de e-mails preguntándome cómo se podía seducir a un chico siendo gorda, porque realmente no querían caer en las garras de Ana y Mía.
Mis respuestas siempre eran del mismo estilo, una cosa tal que así: "Lo que no puedes pretender es ser alguien que no eres, lo único que tienes que hacer es ser tú misma y lo que tenga que ser, será. Porque lo imposible, sólo tarda un poco más"
Yo como siempre, consejos vendo y para mí, no tengo. Yo seguía en mi mar de excesos y noches moralmente cuestionables. Hasta que apareció él.
Una noche, sin saber ni cómo ni por qué, acabámos marchándonos juntos y como ambos parábamos en el mismo bar, todo el mundo se había dado cuenta.
A la semana siguiente, me enteré de que se habían reído de él por haberse "enrollado" con una gorda. Yo, que no sabía con qué cara presentarme, fui a hablar con él, a pedirle perdón y a decirle que me alejaría, que no quería causarle problemas. Su cara era un cuadro, reflejaba tristeza.
Horas más tarde supe que me había defendido a capa y espada, con unñas y dientes, que había dicho que no se arrepentía de nada y que el físico no es lo importante.
Ahí, me di cuenta, de que todavía queda gente con dos dedos de frente.
Pasaron exactamente 38 días de complicidad, besos furtivos y alguna que otra noche conyugal. Hasta que un viernes, a las 2am, se me plantó delante y cito texualmente: "Súa, te quiero"
No sé qué fue lo que hice, no sé cómo llegué a causar ese sentimiento en él. Lo único que sé, es que ahora, soy la mujer más feliz del mundo porque tengo la pareja que siempre quise, con la que siempre había soñado.
Con el resumen de mi historia, lo único que quiero que entendáis, es que, no necesitáis estar delgadas/os y sufrir Ana y/o Mía para que alguien se pueda enamorar de vosotros y para ser únicos e incleíbles. Porque como decía el zorro del Principito: "Sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos."
Simplemente, tened paciencia, siempre habrá alguien esperandoos a la vuelta de la esquina. Y, cuando menos lo esperéis, estaréis más enamorados que un besugo.











                                                                                                                        Tú sonríeme que ya vendrán tiempos peores.